jueves, 8 de agosto de 2019

Poetas y personajes en Segovia. Música para los poetas


Feliciano Ituero pone música a los poetas de Segovia en su último trabajo





 En el rostro de Feliciano Ituero siempre se dibuja una sonrisa. En su caso, sí se puede afirmar con rotundidad que la cara es el espejo del alma. Él es feliz y, de forma inconsciente, transmite esa alegría a su entorno. Ahora, como un regalo más de su bonhomía, presenta una obra, ‘Poetas y Personajes en Segovia’, con el declarado propósito de divulgar, utilizando la música, las creaciones de poetas vinculados a esta tierra. “Espero poder compartir las emociones que yo he sentido”, dice al hablar de este libro y CD, editados por Librería Cervantes, en los que Ituero ha unido sus dos pasiones: la poesía y la música.

Pero vayamos por partes. Cuando se le pregunta quién le insufló el amor por la poesía suele recordar episodios de su niñez en la escuela de Abades, donde el maestro mandaba a sus alumnos con harta frecuencia recitar poemas. Aquella semilla no cayó en saco roto; germinó con fuerza. Y con el correr de los años Ituero decidió acompañarse en sus recitados en voz alta de una buena compañera, su guitarra. Y así, casi sin querer, fueron saliendo de aquel manantial de agua clara canciones. Ahí se debe buscar el origen de ‘Poetas y Personajes en Segovia’.

Pero quedaba otro ingrediente fundamental para preparar esta obra: el amor a Segovia de Ituero. Él suele decir que de vez en cuando, al caminar por los rincones de la provincia, se pregunta “¿qué cantaría yo aquí?”, imaginando alguna composición que encaje como anillo al dedo con ese lugar. Poco a poco, las piezas del puzzle han ido encajando. Un paisaje invita a declamar una poesía, y ésta sugiere una música…

En ‘Poetas y Personajes en Segovia’ figuran composiciones del Arcipreste de Hita, Antonio Machado, San Juan de la Cruz, el Poeta Labrador, Ignacio Sanz o Alfonsa de la Torre, por citar algunos. Y también hay poesías firmadas por el propio Ituero, como el romance de María del Salto o la ‘Jotilla al minutero’. La música fluye con naturalidad. Y escuchan ecos de la tradición. Esto último no ha de resultar extraño, pues Ituero es un estudioso del folclore y, al tiempo, un destacado intérprete de música popular.

‘Poetas y Personajes en Segovia’ marca un hito en la trayectoria musical de Ituero, por múltiples motivos, entre los que está el de que ahora explora composiciones más intimistas, aunque sin querer por ello abandonar definitivamente su habitual tono festivo.

Este trabajo tiene además para Ituero un mérito extra, pues él se ha encargado de tocar todos los instrumentos que aparecen en las grabaciones, desde su inseparable guitarra a otros menos célebres, como la flauta dulce o el pito castellano, e incluso algunos más pintorescos, cual es el caso del almirez o el requinto… Ituero, después de componer las partituras, se encerraba en el pequeño estudio de Resurcos —una asociación cuya finalidad es la investigación, recopilación, mantenimiento y recreación de la música tradicional segoviana— y, como si de un artesano se tratara, iba ensamblando sonidos hasta conseguir lo que él quería. Y éste es el resultado. Un magnífico trabajo de 24 composiciones y un recitado que no dejará indiferente a nadie.

El Adelantado, 1 de diciembre de 2018

El roto de lagarto. Fábula de hilos y palabras

La profesora Cristina Rojo publica el cuento para niños y adultos ‘El roto de Lagarto’ con ilustraciones en tela de María José de Diego y material didáctico para aprender jugando



La profesora cantalejana Cristina Rojo de Diego ha escrito un cuento que se puede leer, contemplar y sentir en las manos. Una fábula conmovedora para niños y adultos sobre los rotos de la vida, que ha sido tejida con palabras e imágenes pero también con hilo y telas.

El roto de Lagarto’, primer libro de Cristina Rojo, tiene textura, poesía y didáctica. La tierna narración del viaje de Lagarto, que casi sin saberlo la autora inspiró la poesía de Federico García Lorca, está ilustrada con patchwork y acompañada con material didáctico.

El álbum publicado por Millán y Las Heras Ediciones ha visto la luz hace menos de un mes, se encuentra disponible en las librerías segovianas y está teniendo un buen ritmo de ventas así como una gran acogida entre los lectores de distintas edades. Ha sido presentado ya en la Librería Diagonal, en el Centro Segoviano de Madrid, en Trescasas, donde reside la autora, en el Círculo Amistad Numancia de Soria, y hoy a las 12.30 horas los artífices de esta obra especial compartirán detalles de su creación en la Biblioteca Pública de Segovia, ubicada en la calle Procuradores

El roto de Lagarto’ es un “trabajo coral que tiene muchas manos y muchas voces”, según su autora. Cristina Rojo, profesora de Lengua y Literatura en el instituto María Moliner, ha escrito el cuento que habla de ausencias y desgarros, lleva al lector a un viaje transformador, ayuda a reflexionar sobre cómo se puede afrontar la pérdida de un ser querido de una manera constructiva y así arreglar el ‘roto’ que produce perder a alguien. Detrás de la historia “está la muerte de mi abuelo José” dice la escritora. Pero hay más miembros de la familia metidos en la historia.

“Pedí a mi madre, que ha sido maestra y es una estupenda costurera que me cosiese las ilustraciones, que las hiciera en patchwork, y así dábamos más fuerza a la metáfora del roto” comenta Cristina reconociendo la labor de María José de Diego. Y tiene también palabras de admiración para su padre José Luis Rojo, miembro del Grupo Escuela que ha creado materiales didácticos para que puedan trabajar con el libro padres e hijos en casa y profesores y alumnos en las aulas. En el blog elrotodelagarto.blogspot.com se pueden encontrar recursos didácticos relacionados con el contenido, la forma, las imágenes del cuento de Cristina Rojo, pero también cuestiones relacionadas con la asignatura de Lengua.

La maquetación y el diseño gráfico es obra de Juliana Javaloy (profesora en diseño gráfico en la Escuela de Arte y Diseño de Valencia) y las reproducciones fotográficas que han guiado el traslado de los dibujos a la telas han salido del estudio madrileño Facto Fotografía.

Cristina Rojo aclara que su fábula “no tiene moraleja”, pero aprendizaje y un mensaje positivo que el lector no debe perderse.

El Adelantado de Segovia, 21 de diciembre de 2018

miércoles, 7 de agosto de 2019

El alma de la historia


Juan Carlos Monroy reconstruye en forma de novela la evacuación de varias obras de arte del Museo del Prado durante la Guerra Civil dirigida por María Teresa León




“Escribo para aprender”. Esta frase resume con concreción la hasta ahora corta y prometedora carrera como novelista del segoviano Juan Carlos Monroy Jiménez, que regresa a la ficción histórica con su segunda novela ‘Las manos llenas’,  tras su brillante primer trabajo ‘Yo maté a Kaulak’.
En esta ocasión, Monroy se sumerge en la historia más reciente de España basando su relato en un episodio poco conocido de la Guerra Civil española como fue la orden de traslado de las obras de arte del Museo del Prado por parte del Gobierno republicano en 1936 hasta Valencia para ser custodiadas en la entonces capital de la República.  La escritora e intelectual  María Teresa León fue la elegida para dirigir la evacuación de estas valiosas piezas , entre las que destaca el cuadro ‘Las Meninas’ de Velázquez, uno de los emblemas del arte español de todos los tiempos.
Monroy  asegura que el relato tiene como principal protagonista al Museo del Prado y el especial sentimiento con el que María Teresa León –esposa del poeta Rafael Alberti, icono de la ‘Generación del 27- vivió las 12 horas que transcurrieron desde que los cuadros salieron de Madrid para llegar a la capital levantina.
Así, durante este tiempo “todo se transforma”, explica el escritor y gestor cultural, y el lector puede experimentar de forma simultánea toda la peripecia vital de María Teresa León en este tiempo.  “Ella tuvo que experimentar la presión interna de la responsabilidad de un encargo de esta índole y la externa de un gobierno  que  no mostró excesiva confianza en su tarea debido a su condición femenina”, aseguró .
El autor ha dedicado cerca de tres años y medio de trabajo a la documentación e investigación previa, donde las visitas al Museo del Prado y a Valencia fueron “constantes y obligadas” con el fin de que la inmersión en los lugares en los que se sitúa el relato pudiera contribuir a dar mayor  realce a los muchos y ricos detalles  que lo ilustran.
Juan Carlos Monroy vuelve a confiar en la autoedición para poner en la calle su novela  –que está en las librerías desde principios de mayo-  empleando el ‘boca a boca’ y la viralidad de las redes sociales como soporte publicitario.  Considera que la autoedición es una “guerra de guerrillas” en  la que el autor busca el cuerpo a cuerpo con el lector y le permite una interacción más directa, con la que se favorece la difusión del mensaje de la novela. Prueba del éxito de esta estrategia es que ya ha vendido cerca del 70 por ciento de los ejemplares de esta primera edición.
Todavía reciente la publicación de su segunda novela, Monroy ya  ha comenzado a “reunir ideas” para lo que posiblemente será su tercer trabajo, donde la recreación histórica y la novela negra serán claves fundamentales. Solo toca esperar disfrutando de la lectura de ‘Las manos llenas’
 El Adelantado de Segovia, 28 de mayo de 2019

Luchas de poder en el siglo XII


‘Tierra y Dios’, primera novela del arqueólogo Alejandro Bermúdez Medel, traslada al lector a la historia de Segovia en una época todavía oscura, por desconocida, con la familia calagurritana de San Medel como hilo conductor





Alejandro Bermúdez Medel lleva vinculado a Segovia desde la segunda mitad de los años noventa, cuando llegó para implicarse en la fundación de la Universidad SEK y reside casi desde entonces en una localidad próxima a la capital segoviana. Una vez que caducó ese proyecto pasó a formar parte del profesorado de la Universidad de Valladolid (UVa) y, dada en su faceta de arqueólogo, especializado en la gestión del patrimonio histórico, pronto descubrió una relación entre su tierra natal, Calahorra (La Rioja) y Segovia: San Medel.
San Medel (o Emeterio) es uno de los mártires romanos patronos de la ciudad de Calahorra y de su diócesis. Cuenta Bermúdez, cuyo segundo apellido es Medel, que los topónimos son una gran fuente de información para los arqueólogos y, por eso, le llamó la atención encontrar entre Bernuy de Porreros y Valseca los restos de una iglesia o ermita dedicada a San Medel, al lado de una gasolinera.
Durante la repoblación de las tierras de lo que hoy es Segovia en la Edad Media, desde el reinado de Alfonso VI, llegan gentes vascas, gallegas, burgalesas… y también riojanas. De esta manera, en ‘Tierra y Dios’, primera novela que ha publicado Bermúdez, se sirve precisamente de una familia calagurritana, la de los San Medel, para dar a conocer las luchas de poder entre Iglesia, nobleza, concejo… como telón de fondo del enfrentamiento entre Papado e Imperio por el control del mundo conocido.
Se trata, en definitiva, de una novela histórica, con personajes reales, hechos que la Historia ha constatado y una trama ficticia dentro del contexto histórico del Siglo XII. El propio autor define su obra como “un mosaico de episodios y escenas; pinceladas que dibujan con detalle y rigor histórico el cuadro socioeconómico de un tiempo crucial de la historia de Segovia, de Castilla y de España, en la que se forja un carácter y una forma de entender la vida, en la que la fe arraiga para siempre en la tierra”.
Los San Medel encuentran en Segovia un territorio totalmente diferente al de su origen riojano y, por lo tanto, no pocos problemas en su objetivo de asentarse en lo que hoy es el despoblado de San Medel, cuyo testimonio más evidente son las ruinas de su iglesia pero también el arroyo y la cacera del mismo nombre. Su decadencia a partir del Siglo XVIII motiva que los restos del templo quedaran aislados y en 1945 las autoridades decidieron trasladar la portada, un ventanal y otros elementos arquitectónicos al edificio que se destinó a Biblioteca Pública y que hoy es la Casa de la Lectura, de gestión municipal, en la Calle Real de la capital segoviana.
El culto a San Medel introducido por esta familia riojana se extiende a otros puntos de la provincia y en la novela cobra protagonismo el convento de Santa María de la Sierra, en término de Collado Hermoso y en plena ladera de la Sierra de Guadarrama.
Bermúdez, que advierte que la novela “no es para leer en el metro, más bien para hacerlo sentado al lado de la chimenea con un vaso de un licor tampoco muy fuerte”, indica que su prosa es “muy descriptiva” y permite que el lector conozca cómo iban vestidos o qué comían los protagonistas en esa época histórica todavía oscura por desconocida.
El Adelantado de Segovia, 25 de febrero de 2019

martes, 6 de agosto de 2019

Historia de Nieva


Guillermo Herrero presenta hoy un nuevo volumen de la colección ‘Una mirada al ayer’, dedicado a este municipio





Hoy, sábado 13 de julio, a partir de las 13:00 horas en el salón de cine de Nieva, el periodista e historiador Guillermo Herrero presenta el sexto volumen de ‘Una mirada al ayer’, la colección puesta en marcha por la Diputación en 2013 con la intención de recopilar la intrahistoria local de los pueblos segovianos a través de la entrega de antiguas imágenes, en su mayoría cedidas por los vecinos. Tras los monográficos dedicados a Santa María la Real de Nieva, Aguilafuente, Prádena y Valtiendas, de los que se encargó el también periodista Luis Besa, y del primero sobre Riaza, el primero del que se hizo responsable Guillermo Herrero, ha sido publicado este sexto volumen en el que, según revela Herrero, «el pueblo de Nieva se ha volcado y me ayudado muchísimo; empezando por su alcaldesa, Marisa Gorgojo».
Tal y como cuenta Guillermo Herrero, la alcaldesa, quien estará hoy en la presentación, acompañada de la diputada en funciones del Área de Cultura y Juventud, Sara Dueñas —a quien el periodista también dedica elogios y agradece la confianza—, ha contribuido de forma notoria a que los vecinos se hayan puesto a disposición del autor para prestar imágenes y testimonios.
«Ha habido muchísima participación vecinal», confiesa el periodista, destacando que la mayor parte de las entrevistas que han servido para contextualizar la obra han sido realizadas «a personas de entre 70 y 80 años que recordaban episodios históricos». Según el autor, especialmente significativo es el de un incendio que tuvo lugar al final de la Guerra Civil y que arrasó cerca de medio centenar de casas.
Para Herrero, si hay algo que diferencia este volumen del primero que escribió para esta colección sobre Riaza, es fundamentalmente el toque más histórico que tiene, respecto al resto de publicaciones, que cuentan con una visión más etnográfica de los municipios protagonistas. «De Riaza había un montón de libros de Historia, pero en el caso de Nieva no había ningún libro escrito sobre este tema; tenía la impresión de que no se debía desaprovechar la oportunidad», explica Guillermo Herrero, quien, no obstante, se resta mérito y asegura que «no deja de ser un libro gráfico que tiene un complemento literario».
«Se cedieron alrededor de 500 fotos, que son muchas y además son bastante buenas, principalmente en blanco y negro; en base a ellas yo he tratado de dar el contenido al libro», añade el escritor, datando las imágenes principalmente en las décadas centrales del siglo XX.
Por otra parte, y en lo que respecta a la estructura del libro, el autor lo divide en seis capítulos diferenciados que abordan los apuntes históricos, la evolución del paisaje del municipio, el ciclo vital de la localidad, una mirada cotidiana a los oficios antiguos de Nieva, el ciclo festivo tradicional y aquellos nevatos ‘de pro’ que han contribuido a dar a conocer a nivel nacional e internacional el nombre del municipio.
Asegurando que en este libro ha invertido más horas de documentación que en el anterior, y agradeciendo la ayuda de Isabel Álvarez en el Archivo Municipal de Segovia y de una amiga francesa que le ha ayudado a traducir algún texto escrito en este idioma, Guillermo Herrero destaca de los primeros capítulos el papel de los monjes Jerónimos de Santa María del Parral en la viticultura de la tierra o la relevancia que tuvo la industria en el municipio en los siglos XIX y XX. «A día de hoy Nieva parece un pueblecito pequeño, pero en un determinado momento llegaron a existir siete fábricas de aguardiente en el siglo XIX o una de elaboración de resina y otra de chocolate en el XX», apunta el autor de la publicación, quien también califica de «llamativo» cómo en el capítulo dedicado al ciclo festivo se narra que en 1729 el Concejo dio seis reales a las mujeres de Nieva para que celebraran la festividad de Santa Águeda.
«Se hacían cosas raritas en algunas épocas» y cita como ejemplo el hecho de que «cuando había plagas de langosta o de pulgón era frecuente esparcir el agua de San Gregorio, que se debía de conseguir en una basílica de un pueblo de Navarra». Al Ayuntamiento no se le ocurrió otra cosa que mandar a un vecino a por esta agua. Estas anécdotas y otras curiosidades serán desveladas hoy en la presentación del libro, donde están recogidas.
El Adelantado de Segovia, 13 de julio de 2019

90 años de supervivencia


El periodista Javier de Andrés presenta el libro que glosa la historia de la Gimnástica Segoviana, a través de los testimonios de los protagonistas y la documentación de la época

“Éste es el libro que a mí me hubiera gustado leer acerca de la Gimnástica Segoviana”. De esta manera se expresó el periodista Javier de Andrés durante la presentación del ejemplar que, con el título ‘Gimnástica Segoviana. Una historia de supervivencia’ recoge los noventa años de la historia del club azulgrana a través del testimonio de cientos de protagonistas en la vida de la entidad, así como la documentación en algunos casos inédita, en otros realizando una ingente labor de investigación en las páginas de los diarios de la época, sin contar las más se setenta fotografías que ilustran las 600 páginas del libro.
En la presentación, junto a Javier de Andrés se situaron tres de los más destacados futbolistas de la Segoviana de la época más moderna del club. Chema, Mariano y Agustín Cuenca se ven reflejados en las páginas del libro, como no podía ser de otra manera, al igual que cientos de jugadores y no pocos directivos que han ido escribiendo la historia de un club “que ha estado a punto de desaparecer más de cuarenta veces, pero que ha sido capaz de salir adelante. Y eso en una ciudad de 50.000 habitantes es un hecho que creo que es inédito en la historia del fútbol”, señaló el autor.

LO BUENO, Y LO MALO

“Creo que este libro cubre una parcela que el club no tenía cubierta, recogiendo las cosas buenas y malas que han pasado a lo largo de su historia” afirmó De Andrés, vinculado con la entidad azulgrana tanto sentimentalmente “porque con diez años subía al campo de la mano de mi abuelo”, como profesionalmente en las diferentes emisoras de radio por las que ha desarrollado su carrera.
La realidad confirma que el periodista segoviano ha realizado un recorrido exhaustivo por los años de vida de la Segoviana, destacando en sus primeras páginas todas las teorías que se manejan acerca de la génesis del club, poniendo el foco en las secciones polideportivas que tuvo la Gimnástica “que por eso comenzó a llamarse así”, y señalando de manera literal a prácticamente la totalidad de los futbolistas que pasaron por el club azulgrana, ya fuera en el primer equipo, o incluso en el conjunto juvenil. “Después de escribir este libro, considero que casi todos los segovianos tenemos a un familiar, o algún amigo, que ha formado parte de la Segoviana”.
En el libro no solo se recoge la historia del club de manera detallada, sino que el autor se recrea en los míticos escenarios en los que la Gimnástica ha jugado sus encuentros, desde Chamberí a El Peñascal y La Albuera, y dedica apartados especiales para aquellos futbolistas que marcaron una época, que no han sido pocos. Además, Javier de Andrés recoge las palabras de la mayoría de los presidentes del club, en un libro que huye de las polémicas para centrarse en los hechos, incluidas un buen número de anécdotas desconocidas hasta ahora por los aficionados gimnásticos.
Con prólogo de Alfredo Martínez, y epílogo de Sergio Perela, la ‘Historia de una supervivencia’ se presenta como un libro que, para Agustín Cuenca, “hace a la Segoviana un poco más grande. Este club tiene un montón de historias que son desconocidas incluso para los que formamos parte de él. Hay clubes que pasan por las ciudades sin pena ni gloria, y el nuestro, sin haber logrado grandes gestas deportivas, tiene otro tipo de historia mucho más interesante”.
Javier Martín / El Adelantado de Segovia, 28 de junio de 2019

lunes, 5 de diciembre de 2016

La cólera de Dios


Francisco Javier Mosácula presenta en la Diputación su última obra, una novela sobre la peste que padeció Segovia en 1599



Vuelve Francisco Javier Mosácula a escribir de la peste, el tema de investigación que le ha mantenido ocupado durante los últimos años. Tras la publicación, el pasado verano, de su estudio histórico ‘La peste de 1599 en Segovia’, ahora ve la luz la novela ‘Pestilencia. La cólera de Dios’.
“Si decidí escribir una novela sobre la peste fue porque quería llegar a un público más amplio, con un relato más ameno”, explicaba ayer el historiador segoviano.

La protagonista indiscutible de la novela es la peste bubónica, popularmente llamada “pestilencia” a finales del siglo XVI y comienzos del XVII. No obstante, en el relato de Mosácula se entremezclan numerosas historias. Una de ellas es la del teniente de corregidor encargado de la lucha contra la enfermedad en Segovia. Otra, la de un cirujano cántabro que se enamora de una bellísima panadera, víctima de malos tratos por parte de uno de sus pretendientes.

En ‘Pestilencia. La cólera de Dios’, Mosácula dibuja el ambiente existente en aquellos dramáticos seis meses —desde finales de abril de 1599 hasta mediados de octubre— en la ciudad. “El pueblo reaccionó de dos formas distintas:  o buscaba protección en Dios o se dedicaba a satisfacer los deseos de la carne”, sostiene el historiador, quien asegura que “la mayoría”optó por  la segunda vía, en lo que fue “un gran abandono moral”. En este contexto, se extendió la idea de que la peste, a la que la medicina no daba solución, era la cólera de Dios, “el modo en que castigaba a los hombres por sus pecados”.

En medio año, Segovia perdió cerca del 20% de su población. El descenso de la temperatura, al empezar el otoño, logró doblegar a la ‘pulga de la rata negra’, cuya picadura propagaba la enfermedad. Mosácula defiende que las consecuencias psicológicas para los segovianos fueron “extraordinarias”. Las económicas, también. Antes de la llegada de la peste de 1599, Segovia era la primera ciudad industrial de España, comparable a las principales de Europa; luego, aunque el amanecer del siglo XVII liberó a la ciudad de la enfermedad, ya nada volvió a ser igual. Segovia no logró recuperarse del golpe.

Con la intención de que en el lector no quede un poso de tristeza al acabar el libro, Mosácula ha querido dedicar el último capítulo a un hecho lúdico, acaecido poco después del fin de la peste, los festejos organizados en Segovia con motivo de la visita del rey Felipe III en 1600.