El Instituto de la Cultura Tradicional Manuel González Herrero publica un libro-cd sobre este genial músico
No hay duda de que los grandes hombres de
la tradición han hecho grandes a sus pueblos de origen y han dignificado
señeramente nuestra herencia, la que ahora ponderamos como Patrimonio Cultural
Inmaterial. Paulino Gómez “Tocino” (1882-1960) natural de Abades, ha sido sin
duda –y es, pues vive en la memoria de todos los que hemos oído sus antiguas grabaciones
o le disfrutaron en vida- si no de los mejores, el más sentido intérprete de
dulzaina en Castilla y León. Dotado de grandes cualidades humanas para con la
música dejó patente que la valía del gaitero, además de por la brillantez de su
ejecución, se medía por su saber estar, el apego a la tierra, el respeto para
con la costumbre y el conocimiento de los códigos de la interpretación de la
tradición, clave para hacerla “evolucionar” y adecuarla a los tiempos modernos,
algo que es muy difícil de llevar a cabo, al menos con afán de perpetuidad.
Apenas letrado o académico su figura contrasta
frente al desarrollo actual de fríos títulos oficiales que apenas tienden a
valorar en técnica lo que además de ser un oficio, conlleva la responsabilidad
del cuidado de las manifestaciones de nuestra historia. Eran los tiempos del
gaitero solista y el exquisito redoblante, aquellos capaces de acometer una
plaza llena de bailadores o danzantes en la procesión durante horas, sin la
necesidad de refuerzo, que todo iba también en la economía al margen del
prurito de prestigio y del reconocimiento. Hoy en día en esta nueva visión del
gaitero de fiesta o de conjunción orquestal, que lleva a cabo reelaboradas
interpretaciones, es necesario el arropo de todos aquellos elementos que
conformaron la obra del tío Tocino,
majeza, dominio, conocimiento de ritos y modos locales pues de ello depende la
supervivencia cabal del dulzainero como oficio y personaje imprescindible en el
diario segoviano. Todo ello mediatizado ante la estandarización de estilos y
repertorios tendentes a disipar las particularidades que es precisamente donde
se manifiesta la riqueza de las expresiones de cada lugar.
El Instituto de la Cultura Tradicional
Segoviana González Herrero, el Ayuntamiento de Abades y la Fundación Joaquín
Díaz han acometido la labor de realización de este disco- libro que sirve de
homenaje a un verdadero maestro de la dulzaina, que durante mucho tiempo no ha
tenido el justo reconocimiento como en cambio sí ha ocurrido con otros grandes
músicos de la dulzaina en Segovia, seguramente por la falta de empatía -de
todos conocida- entre él y el Maestro Marazuela que hacían más que tensas sus
relaciones, también derivadas de enfrentamiento juveniles como vecinos que eran
de pueblos cercanos y de la competencia en aquel tiempo a la hora de
enfrentarse profesionalmente a sus actividades musicales. La obra se acompaña
de un disco que recoge 13 grabaciones originales de Paulino Gómez realizadas
entre 1945 y 1959 en aquellos míticos discos de gramófono, los llamados “de
pizarra” con los más legítimos repertorios segovianos, danzas procesionales,
revoladas, bailes corridos, la jota, el fandango, la respingona, el tejido de
cintas, el ofertorio de la boda, las seguidillas y la célebre entradilla. Junto
a ellos se han grabado once temas más de los repertorios de la danza de paloteo
de Abades -estudiadas con profundidad en el libro- que se han mantenido en la
memoria siendo recientemente recuperadas gracias a la labor fundamental de las
hermanas Marisol y Sagrario Galindo, verdaderas instituciones de la tradición
segoviana y que con el espléndido hacer de los últimos danzantes de 2017 han creado
ya escuela. Los temas de los paloteos (además de unas estupendas melodías de la
danza del arco y un baile corrido tomados del antiguo repertorio de Tocino) han
sido interpretados por Martín López, conocido constructor de dulzainas a quien debemos
a día de hoy la interpretación en los días de precepto –El día 4 de junio, Los
Remedios, San Lorenzo o el Corpus- de estos y otros repertorios de Tocino, pues
lleva muchas décadas dedicado a su ejecución además de la recopilación de estos
temas de la antigua memoria segoviana, como reconocido intérprete de estilo y
de los pocos gaiteros que se acompañan con gaita afinada en Sol. A su lado con
la caja el abadero Argimiro Galindo, músico y redoblante de toda la vida quien
tuvo el lujo de asistir con el tamboril de jovencillo a Paulino Gómez. Estas
sentidas y complejas interpretaciones se completan con el análisis de su obra
realizado por diferentes especialistas entre los que se encuentran Fuencisla
Álvarez quien hace un estudio conciso de la originalidad y estilo de este
paloteo, documentado por Rosa Mª Olmos en el año de 1613 con motivo de una
salida para danzar en el corpus de la capital conservándose en el A. H. P. de
Segovia el contrato con el zarragón o “zorra” como se denominaba en Abades al
encargado de organizar la danza. Alfredo Ramos reflexiona sobre su figura y el
papel del gaitero actual, mientras que Ricardo Ramos escribe sobre las
secuencias rítmicas de los tamboriteros que le acompañaron tras el estudio
minucioso de las grabaciones. Quien estas líneas escribe reelabora un semblante
biográfico con los nuevos datos reunidos añadiendo los que ya tratara el
recordado Isidoro Tejero y un estudio lingüístico de los textos cantables a lo
largo de cinco siglos propios de esta danza paloteada. Queremos así volver de
actualidad la gran figura de Paulino Gómez como referente fundamental en los
estudios de la etnomusicología y la tradición, pero sobre todo animar al
disfrute por el buen gusto de la dulzaina en el siglo XXI y poder volver a oír
los estilos antiguos en boca de estos geniales intérpretes segovianos. Obras
imposible de localizar y que obligaría a una reedición de la obra de los
desaparecidos dulzaineros segovianos del siglo XX, eje fundamental para acercar
nuestro instrumento a los nuevos tiempos y a las jóvenes generaciones que no
conocieron aquellos momentos. De ello daremos cuenta el próximo domingo día 21 en Abades a las 8 de la tarde con la presentación del libro
y las músicas y danzas de Abades, de las que disfrutaremos en directo.